martes, 21 de diciembre de 2010

IV Ruta Getxo&Pintxo – Puerto Viejo de Algorta

 
En esta IV Ruta Getxo&Pintxera hemos recorrido los cuatro establecimientos del rinconcito con más encanto de Getxo, por lo menos para mí. Un pequeño pueblito de antiguos pescadores donde se disfruta de verdad la cañita del domingo a mediodía con unas quisquillas, unos magurios o unas rabas. Tuvimos la gran suerte de contar con una maravillosa y soleada mañana de domingo, eso si, esta suerte la compartimos con un montón de gente que se acercó hasta allí y conseguir completar la ruta fue toda una odisea. Así y todo, el Puerto siempre merece la pena, con marabunta incluída.

La ruta comenzó en El Arrantzale. Aquí probamos el pintxo de foie que nos había preparado Isabel. Pan de nueces y pasas tostado, manzana caramelizada, foie a la plancha con sal Maldón y un poquito de compota de manzana y caramelo. ¿Rico verdad? Pues comedlo con tranquilidad porque tenéis que dejar un huequito para probar sus rabas, imprescindible. Otra especialidad es el pintxo caliente de queso de cabra, y también es muy recomendable probar las quisquillas, los magurios o las nécoras. En cualquier caso el Arrantzale cuenta con una barra generosa donde seguro que encontraréis un pintxo de vuestro gusto. Los pintxos calientes tienen un precio de 2,5 euros y los pintxos de barra 1,5 euros. El día será perfecto si tenéis la suerte de pillar un día soleado, el Arrantzale comparte una preciosa placita cuadrada con el Bar Txomin, sentarse en una de las mesitas es una auténtica maravilla, la espera merece la pena. 
En el Bar Txomin que llevan Jone y Marcos nos recomendaron probar su pintxo de jamón, seta a la plancha y gulas. Es un pintxo clásico, con ingredientes de calidad y uno de los más solicitados. Esto último lo comprendimos rápidamente, tan rápidamente que me lo zampé sin acordarme de sacar la foto… Como compensación os pongo estas quisquillitas y estos magurios que hacen tan buena pareja. Acordaros, el Bar Txomin también tiene terracita y aunque os parezca una pesada ¡merece la pena esperar! Los pintxos a 1,5 euros.
Nuestra tercera parada fue en El Portu Zaharra. A estas alturas el Puerto era un hervidero de gente y a duras penas conseguimos hacernos un huequito para probar el original taco mejicano vegetariano que habían elaborado para la campaña Getxo On Egin, un concurso de pintxos organizado por el Servicio de Euskera del Ayuntamiento de Getxo. Bueno, pues una vez más la espera mereció la pena, el taco estaba riquísimo y con el toque de picante justo. Los pintxos en el Portu Zaharra a 1,5 euros.
Y para terminar visitamos El Itxas Bide. Aquí también lo tuvimos complicado, menos mal que Ainhoa ya sabía que íbamos a ir y nos sirvió super rápido. Las propuestas de habían sido la ikurriña, un pintxo de pimiento verde, huevo, anchoa en salazón y anchoa en vinagreta y su croqueta de idiazábal cubierta de muesly crujiente. Ambas prometían ¿verdad? Bueno, pues además de cumplir expectativas las superaron, ambos estaban deliciosos, tengo ganas de volver para ir probando el resto de croquetas, de bacalao, de jamón, de champiñón, de chipirón, de roquefort y de chorizo. Tengo para unos cuantos domingos… Los pintxos en el Itxasbide a 1,5 euros.
Y con esto y un bizcocho solo me quedó ir a casa a celebrar el 90 cumpleaños de mi abuelo, si, 90 años y 5 pintxos antes de una comilona. Sorprendente.

Para conocer a todos los Getxo&Pintxeros que nos juntamos en la ruta más concurrida visitar el blog de Mikel Agirregabiria, ¡ya veréis que montón de gente!

jueves, 9 de diciembre de 2010

Un cuento de Navidad para el 9 de diciembre


El 9 de diciembre del Calendario de Adviento de Noema se abre con un pequeño cuento de Navidad.
Como todos los cuentos de Navidad, éste comienza con una nevada, luces en las calles y mucho frío, y con una familia en la cocina horneando dulces típicos. La familia de este cuento está compuesta por una pareja a la que le falta la chimenea y los niños cantando villancicos para ser una típica familia de cuento de Navidad, pero que tiene una gata traviesa y cotilla que hay que echar de la cocina para que no meta la pata en la comida.
Siguiendo con las diferencias, el objetivo de esta familia, o más concretamente de la chica de la pareja, no es conseguir el dinero suficiente para celebrar la Navidad con sus niños, sino hacer un post decente para el Calendario de Adviento de Noema. (Por cierto Noema me encanta tu calendario, abrir la ventanita cada día y por supuesto participar en él, ¡Gracias!). 
Y el Mr. Scruch de este cuento no es un viejo ávaro y malvado, sino un auténtico desastre culinario que sigue a la primera escena de feliz horneado, en el que pequeñas galletas individuales se derriten literalmente en el horno haciendo una masa riquísima pero impublicable, y por supuesto el consiguiente agobio. Son las nueve de la noche, supermercados cerrados, mañana es festivo… ¡Que hago! Nino, nino, nino… suenan las alarmas, ¡Houston tenemos un problema!
Abro armarios, saco todos los libros de cocina, pongo patas arriba toda la casa… hasta que de repente se me enciende la bombillita y me acuerdo de una tarta de Eva Arguiñano, sencilla, cálida, invernal y con un toque Navideño perfecto.
Como todo cuento de Navidad que se precie, el final es feliz gracias al buen corazón y a la generosidad de las personas queridas, personas que en este caso fueron literalmente saqueadas hasta que conseguí todos los ingredientes que necesitaba, ¡Por no tener no tenía ni huevos! Y como todo cuento Navideño tiene una pequeña moraleja, es maravilloso tener amigos a los que pedir la cabeza de ajos y la pizca de sal que te faltan para hacer la comida y sobretodo nunca dejaré para última hora la receta del Calendario de Adviento de Noema.

Ingredientes
1 lámina de hojaldre
400 gr. de frutas secas (orejones, higos, ciruelas…)
100 gr. de frutos secos (nueces, piñones, almendras…)
Un huevo batido para pintar
200 ml de coñac
0,5 l de leche
3 yemas de huevo
75 gr. de azúcar
3 cucharadas de maicena


Elaboración
La noche anterior ponemos a macerar las frutas secas y los frutos secos con el coñac.
Para la crema pastelera mezclamos el azúcar, las yemas y la maicena y ponemos a fuego suave, mientras tanto vamos añadiendo poco a poco la leche sin dejar de remover.
Cuando engorde sacamos del fuego y dejamos enfriar en un bol. Ponemos un film transparente pegado a la propia crema para que no se seque la superficie.
Pintamos la plancha de hojaldre con huevo batido y pinchamos bien toda la superficie menos 2 cm de borde para que el centro no suba en el horno. Horneamos a 200 ºC hasta que se dore.
Montamos la tarta rellenando el hojaldre con la crema pastelera y colocando frutas y frutos secos sobre la superficie.
La gratinamos si la queremos servir caliente.